Climate change is a systemic risk to the global economy. While there is a large body of literature documenting the potential economic consequences of climate change, there is relatively little research on the link between vulnerabilities to climate change, the buildup of climate debt by countries with historically large carbon dioxide emissions, and how well financial markets incorporate (or not) these risks to sovereign governments. This paper investigates the impact of both climate debt and climate vulnerabiities/resiliency on sovereign bond yields and spreads in advanced and emerging market economies, using a novel dataset. We find that changes in climate debt are an important determinant of spreads, but only in emerging market economies. Countries with high vulnerabilities and low resilency to climate change also pay higher spreads. This implies a triple whammy of challenges for emerging market economies as they confront the economic damages of climate change, the high fiscal costs of climate adaptation, and high borrowing costs.
El cambio climático es un riesgo sistémico para la economía global. Aunque existe una amplia literatura que documenta las posibles consecuencias económicas del cambio climático, hay relativamente poca investigación sobre la relación entre las vulnerabilidades al cambio climático, la acumulación de deuda climática por parte de los países con emisiones históricamente grandes de dióxido de carbono y cómo los mercados financieros incorporan (o no) estos riesgos a los gobiernos soberanos. Este documento investiga el impacto de la deuda climática y las vulnerabilidades/resiliencia al cambio climático en los rendimientos y los diferenciales de los bonos soberanos en economías avanzadas y de mercados emergentes, utilizando un conjunto de datos novedoso. Encontramos que los cambios en la deuda climática son un determinante importante de los diferenciales, pero solo en las economías de mercado emergentes. Los países con altas vulnerabilidades y baja resiliencia al cambio climático también pagan diferenciales más altos. Esto implica un triple desafío para las economías de mercado emergentes, ya que enfrentan los daños económicos del cambio climático, los altos costos fiscales de la adaptación climática y los altos costos de endeudamiento.