Developing countries that manage to upgrade and diversify their export base experience faster growth and enjoy greater welfare gains than those that do not. In the contemporary period, most developing countries accomplish this via attracting foreign direct investment into novel sectors. They use foreign investment to hook into global supply chains, and then build backward linkages to local firms and workers in the host economy.
Prior research on foreign investment and supply chains in emerging markets has focused almost exclusively on the creation of international networks in manufacturing and assembly. This paper extends that research, looking beyond manufacturing into supply chain creation in horticulture—in particular, vegetables, fruits, and flowers, raw, packaged, processed—in Africa, Latin America, and other developing regions.
How have some developing countries managed to break into the ranks of horticultural exporters, while others have not? What are the obstacles to entering international supply chains for horticultural exports? How can emerging market economies maximize positive impacts on rural employment, on gender employment, and on externalities for local communities?
The paper concludes with an investigation of policy implications for developing country governments, for the World Bank and regional financial institutions, and for other providers of external assistance.
Of particular note, the policies required to generate supply chains in horticulture constitute a race-to-the-top among countries in improving national doing-business indicators, in upgrading local infrastructure, in establishing effective investment promotion procedures, and in launching public-private vocational-training partnerships in farming and agribusiness.
Países en vías de desarrollo que actualizan y diversifican su base de exportaciones pasan por crecimiento más rápido y disfrutan de mayores ganancias de bienestar en comparación con aquellos que no lo incrementan la diversificación. Actualmente, la mayoría de los países en desarrollo que lograron este objetivo lo hicieron a través de mayores inversiones directas extranjeras a nuevos sectores. Las inversiones extranjeras se utilizan para vincularse con cadenas de suministro globales y después construyen vínculos con negocios y trabajadores locales en la economía anfitriona.
Investigaciones previas sobre inversión directa extranjera y cadenas de suministro en mercados emergentes se han enfocado casi exclusivamente en la creación de redes internacionales de manufactura y montaje. Este informe expande esas investigaciones, explorando más allá de manufactura a cadenas de suministro en horticultura—particularmente vegetales, frutas, y flores crudas, empacadas o procesadas—en África, América Latina y otros países en vías de desarrollo.
¿Cómo es que algunos países pueden encajarse como exportadores horticulturales, mientras otros no? ¿Cuáles son los obstáculos al entrar en cadenas de suministro internacionales para exportaciones horticulturales? ¿Cómo pueden los mercados emergentes maximizar el impacto positivo en el empleo rural, en el empleo de mujeres y en externalidades de comunidades locales?
En particular, las políticas necesarias para crear cadenas de suministro globales en horticultura incrementan la competencia entre países para mejorar los indicadores nacionales sobre cómo realizar negocios, actualizar la infraestructura, establecer trámites eficaces para promover la inversión, y formar asociaciones público-privadas enfocadas en entrenamiento vocacional en agricultura y agro-negocio.
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